Este producto, decorado con perlas preciosas, está hecho en forma de un círculo simbólico de un ser humano imperfecto. Siete pequeñas perlas, como siete sacramentos de la iglesia, rompen el círculo, yendo más allá de la luz nacarada. En las tradiciones cristianas, las perlas tienen un gran significado, personificando el Reino de los cielos (Mat. XIII, 46). Las coronas de perlas simbolizan la diversidad de los poderes divinos, y las perlas representan la Palabra de Dios. El resplandor de la Cruz de perlas, como el Sol de la Verdad en los siete rayos, recuerda los sacramentos cristianos que llevan la gracia invisible de Dios.